El año pasado, después de terminar una clase de
Morfo I, uno de mis estudiantes se me acercó y me preguntó si era correcto usar
un pronombre personal de los llamados átonos en cualquier posición de una
perífrasis. El ejemplo que me daba era más o menos como está en (1):
(1)
Vamos a dejarlo
de hacer
Recordemos que en español los pronombres
personales átonos son me, te, se,
le, les, la, las, lo,
los, nos y os, esta última
forma usada en la península ibérica. La particularidad de este tipo de
pronombres es la carencia de acento, es decir, su presencia en una cadena enunciativa
depende exclusivamente de otra unidad morfológica, en este caso del verbo. Así,
no podemos enunciar por sí solo alguno de los pronombres átonos del español,
pero sí cuando acompaña a un verbo, como en (2), (3) y (4)
(2)
La
necesito
(3)
Te
estoy buscando
(4)
Búscalos
Como vemos en los ejemplos anteriores, los
pronombres personales átonos pueden estar antes de un verbo simple o de una
perífrasis, como en (2) y (3), o aparecer enclíticos, unidos al verbo, como en
(4).
Las formas enclíticas son propias de los verbos
en imperativo y de los infinitivos y gerundios. En (1) vemos un pronombre
enclítico, lo, unido a un infinitivo,
dejar.
Sobre este caso específico me preguntaba el
estudiante: ¿es posible, en español, usar un pronombre enclítico en un
infinitivo cuando este forma parte de una perífrasis compleja, es decir, con
más de un verbo no personal? En la oración (1) dejar es un infinitivo que funciona como verbo auxiliar de hacer. En este caso, sabemos, la base
léxica de toda la estructura verbal está en hacer,
y no en dejar, mucho menos en vamos. Para mi estudiante, el pronombre
clítico debía ir pospuesto a hacer,
con lo cual la estructura aceptable desde el punto de vista normativo es la que
apreciamos en (5)
(5)
Vamos a dejar
de hacerlo
Mi respuesta inmediata para el estudiante, dado
el razonamiento de que la información dada a través del pronombre depende
semánticamente de hacer y no de dejar (pues este carece de información
léxica en la perífrasis del ejemplo), fue que no era “correcto” usar el
enclítico en dejar, aun cuando este
infinitivo sea parte de toda la estructura perifrástica.
El estudiante se fue, creo, satisfecho con la
respuesta, supongo que porque era lo que quería escuchar. Pero lo que escuché
de mí mismo no me convenció del todo y decidí consultar la última gramática de
la Real Academia Española. Así, encontré en el apartado 16.4.3 del Manual de la última gramática de la Real
Academia Española que los pronombres enclíticos pueden aparecer en cualquier
posición –salvo muy contadas excepciones– con respecto a la perífrasis a la
cual acompañan, debido a que la perífrasis es considerada un solo verbo, y no
dos o tres verbos distintos. Entonces, al menos desde el punto de vista
normativo, las oraciones (6), (7) y (8) son aceptables:
(6)
Lo
vamos a dejar de hacer
(7)
Vamos a dejarlo
de hacer
(8)
Vamos a dejar
de hacerlo
La Real Academia Española no dice nada acerca de
cuál es la diferencia, en cuanto al significado, del cambio de posición del
pronombre átono. Es muy posible que haya alguna, pero lamentablemente no he
encontrado aún algún trabajo de investigación que aborde este problema.
Sin embargo, mi propia duda, aquella que rondaba
sobre el hecho de si era correcta o no la estructura perifrástica en (1), quedó
resuelta, y con esto, por supuesto, enmiendo mi error con lo que respondí al
final de esa clase.
Resultó que sí se puede. A veces siento que la RAE es demasiado "alcahueta"... Sólo basta con que la oralidad haga y deshaga para que, con el tiempo, y después de varias etapas de "aprobación", la nueva variante, para bien o para mal, esté dentro de lo considerado correcto por la academia. Pero supongo que es la apreciación de todo aquél escritor, lingüista, o letrado que inconscientemente se opone a derruir su canon, su sistema. -Los mismos que se niegan a quitarle la tilde a "sólo" y para quienes (W) siempre será la "doble-ve"... Jajaja.
ResponderEliminarNo estoy en contra del cambio en la lengua (porque no puede hablarse de "evolución" ya que no mejora, en el sentido "biologicista" del término) pero, aunque técnicamente la lengua no va para peor sino que se adapta, siento que éstas adaptaciones tienden a beneficiar,cada ves más, el facilismo y la flojera -tanto escrita como oral.
PD: Me fui satisfecho porque, de hecho, era lo que quería escuchar, jajaja...