El sujeto es la función
sintáctica representada a través de un elemento nominal que concuerda
gramaticalmente, en información de persona y número, con el verbo. Así, por
ejemplo, tenemos la siguiente oración:
(1) La impresora se dañó
En la cual reconocemos la impresora como el sintagma nominal
que comparte con el verbo, dañó, las
informaciones de tercera persona del singular.
Además de la
concordancia gramatical con el verbo, el sujeto se caracteriza por no ser introducido
por preposición alguna; es decir que si identificamos una información dentro de
la oración a la cual le anteceda una oración, esta no será sujeto. Como vemos
en la oración (1), el sintagma la
impresora carece de preposición, no así en la oración (2)
(2) La hoja está sobre la
impresora
En este caso, la impresora está antecedida por la
preposición sobre; la hoja, en cambio, es el grupo nominal
que concuerda gramaticalmente con el verbo.
En español, la posición
preferida del verbo es la anteposición al verbo, pero esto no es óbice para que
podamos ubicar el sujeto en otra posición. Así, en la oración (3) el sujeto
está pospuesto al verbo:
(3) Cayeron los reyes
Esta posición
postverbal tiene unas implicaciones informativas y sintácticas que no
interesan, por ahora, a nuestra exposición; pero sí nos interesa resaltar lo
que hemos expuesto hasta este momento:
a)
El sujeto concuerda gramaticalmente con
el verbo; es decir, ubicaremos el sujeto sólo cuando las informaciones de
persona y de número sean idénticas a las del verbo.
b)
El sujeto no está introducido por
preposición alguna, bajo ninguna circunstancia.
c)
La posición preferida del sujeto en
español es la preverbal, aunque haya oraciones donde aparezca después del
verbo.
Pero esta exposición no
es suficiente para considerar las características de la función sintáctica del
sujeto. Hasta ahora hemos dicho que la función de sujeto la ejerce un grupo
nominal, pero no hemos ahondado en qué significa tal término. Cuando
reconocemos un sujeto, tomaremos en cuenta que este se forma con:
a)
Sustantivos: Maúllan gatos sobre el tejado.
b) Pronombres
personales con función sintáctica de sujeto: Él no aprobó el examen /Nosotros participaremos en las
Olimpiadas
c)
Otros pronombres: Nadie viene nunca /Esto no nos sirve /Tres son
multitud.
d) Nombres
propios: Pablo fue visto por la
agente policial
e) Frases
nominales o sustantivas: La casa
se quema / Presidente electo fue sancionado.
f)
Infinitivos y sus posibles
modificadores como predicado: Está prohibido
fumar aquí.
g) Oraciones
subordinadas sustantivas: Es posible que
Juan no te lleve a la escuela.
Sin embargo, el
español, como lengua flexiva, permite que el mismo verbo, por sí mismo, dé la
información de cuál es el sujeto de la oración a través de sus desinencias.
Así, por ejemplo, si decimos:
(4) ¿Participaste en las Olimpiadas?
No necesitamos enunciar
el pronombre personal tú, que es la
única forma que en español puede concordar con la forma del verbo usado, para
saber cuál es el sujeto de la oración. Es decir, la información de sujeto ya está
contenida dentro del verbo. Quizás la explicitación de quién o qué es el sujeto
sirve en nuestra lengua para desambiaguar o especificar a quién nos estamos
refiriendo. Esto es de suma utilidad cuando usamos esta oración en un acto
comunicativo cualquiera:
(5) Dentro de un momento saldré con
Lucía. Estaba durmiendo hasta hace poco.
En este caso,
necesitamos explicitar quién estaba durmiendo, si Lucía o el enunciador, pues
de otra manera la información sería ambigua y acabaría por no ser entendida.
Podemos hablar de otras
características del sujeto, pero ellas podrán ser abordadas en otra entrada.
Adenda: ¿Pueden mis
lectores construir una oración recreando el suceso de la imagen y donde el
coyote sea, como dice su cartel, el sujeto sintáctico) de la oración? Si
crearon alguna oración, pueden compartirla en esta entrada como comentario.
Pobre coyote, nunca le gana al correcaminos.
ResponderEliminar