A la actividad social venezolana parece que la caracteriza el "futuro incierto": por más que planifiquemos, nunca estamos seguros de que nuestros objetivos se logren, porque la ejecución de nuestros planes siempre dependen de lo que ocurra en la plaza Bolívar, en Miraflores o en una central termoeléctrica de Oriente. Los imprevistos en Venezuela son una constante. Este modus vivendi es imperfecto, pero es el que tenemos, y debemos adaptarnos a ello, aun cuando estemos en total desacuerdo con ese boceto de sistema. Por ese muy extraño hervidero político-social-cultural tuve que interrumpir por un periodo largo, otra vez, la escritura a través de este medio. Pero como es importante retomar las tareas que nos permiten distraernos del entorno, vuelvo entonces a este, mi blog de Morfología y Sintaxis.